Nadie discute el origen popular de Evo Morales, luego que asumiera hace ya 14 años; lo que sí es claro que su gestión hizo lo que cualquier gobierno de derechas podía haber implementado, en términos de sostener a los grandes grupos económicos (sobre todo a la agroindustria) y las transnacionales del petróleo y algunas de la minería.
Durante su gobierno, la gran empresa se consolidó en torno al capital transnacional y sostuvo una relación amigable, hasta cierto punto, con la banca. Luego de haber tenido un ingreso extraordinario por los hidrocarburos (venta de gas) por el boom de los precios de las commodities, a partir del 2015 se comenzó a tener una desaceleración paulatina, aunque con un buen nivel de crecimiento aún.
Quiero decir que no se trató de un gobierno de izquierda, casi todas las inversiones que realizó en empresas estatales fueron un fracaso, además de estar muy vinculadas con la corrupción.
Durante todo su gobierno, la relación con los empresarios comenzó a tomar un cariz extorsivo, aplicando discrecionalmente la ley, incluso hasta hacerse de empresas privadas de forma irregular.
Desde un inicio, se chocó con organizaciones no gubernamentales y de defensa de derechos humanos (no financiadas por USAID, por si acaso) por sus excesos con organizaciones indígenas. Promovió la división de las organizaciones sindicales y vecinales, con prebendas y clientelismo, lo que les quitó autonomía e independencia política para reclamar y luchar por cosas sustantivas.
Destruyó la institucionalidad de la justicia y del poder electoral, hasta que llegó al extremo de realizar el fraude más grande en estas elecciones, interviniendo la plataforma de software de la corte electoral, hasta cambiar la tendencia que marcaba claramente una segunda vuelta (leer el informe preliminar de la OEA).
Eso ya no calmó a la gente descontenta, que salió a las calles y paralizó todo el país, durante 19 días (aún sigue), que no soportó la represión y la confrontación con grupos de choque del gobierno, lo que causó 4 muertes (ningún muerto pertenece a las filas del MAS).
Hace dos días, una caravana de estudiantes que venía desde el sur del país a La Paz, fue interceptada y mujeres fueron vejadas sexualmente por campesinos que se movían por orden del Gobernador de Oruro, que era del MAS (Evistas)
Anoche, un dirigente de Evo, Jesús Vera, azuzó a hordas y lumpen para saquear y aterrorizar a los vecinos (tan similares a los camisas negras del fascismo mussoliniano). Se darán cuenta, que luego de tanto relato, esto es parte de una forma de hacer poder, que utiliza el terror y el miedo como sus principales recursos…
